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LOS PIMIENTOS RELLENOS
La sabiduría popular suele ser muy fina y acierta por lo general de pleno. Pero algunas veces patina. Por ejemplo, cuando manda a alguien a freir espárragos ¿han probado los espárragos verdes fritos por un casual? O cuando dice de algo que le importa un pimiento (vale que lo diga del comino,,, ¡pero del pimiento!).
Nunca pude entenderlo ¿conocerá los pimientos fritos acompañados de huevos y patatas, el plato con el que más disfruta el cocinero número uno de este país, Juan Mari Arzak?. El summum de los pimientos, sin embargo, piensa uno, es asarlos y rellenarlos, algo que no ha sido muy frecuente en España, aunque parezca lo contrario. En 1929 Dionisio Pérez, autor de la primera guía gastronómica española, en su recorrido por la península sólo encuentra unos pimientos rellenos, y que lo están de manos de cerdo.
Al escritor le parece un plato curioso, pero lo más curioso de todo para nosotros es que ese plato lo encuentra en Avilés. Y ni un sitio más . Una exageración, porque don Angel
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